Un artículo escrito por Harold McGee en el New York Times menciona un estudio realizado sobre el sabor de los alimentos orgánicos. El estudio se realizó con un grupo de 40 ratas que fueron alimentadas con dos tipos de bizcochos. Uno elaborado con trigo convencional y el otro elaborado con trigo orgánico.
De forma significativa se halló que las ratas preferían el bizcocho de trigo orgánico, a pesar de que los dos bizcochos fueron preparados de forma similar.
Asimismo un grupo de científicos de la Universidad de California, en un estudio de 10 años, han hallado que la cantidad de antioxidantes encontrados en los tomates orgánicos es consistentemente más alta que en los tomates cultivados de forma convencional.
Y al parecer… la culpa de esto la tienen los insectos y los microbios que molestan a las plantas… y el ataque de nervios que les provocan…
Muchos fitoquímicos son creados por las plantas para defenderse de los insectos, para no hacerse apetecibles y así contraatacar a quienes las invaden. La mayoría de los aromas de las hierbas, especias y vegetales provienen de los químicos que ellas utilizan para defenderse.
Ahora bien, existe la teoría que debido a que los cultivos orgánicos no están protegidos por pesticidas y fungicidas, están más estresados por los insectos, y por esta razón tienen que trabajar más duro para defenderse a si mismos que las plantas cultivadas convencionalmente. Esta es la razón por la que se piensa que los cultivos orgánicos pudiesen tener sabores más intensos.
Un grupo de profesores de la Universidad de Clemson realizaron el siguiente experimento para intensificar el sabor de unas plantas de albahaca. Ellos indujeron la respuesta de defensa de la planta al exponerla a un material derivado de la chitina, un polisacárido que se encuentra en el exoesqueleto de diversos crustáceos y que los hongos utilizan para reforzar sus paredes celulares. En este caso utilizaron chitosan, derivado de la chitina procesada de cangrejos y camarones.
Ellos empaparon las semillas de la albahaca por 30 minutos en una solución de chitosan. Posteriormente, al transferir las plantitas del semillero a los materos, mojaron las raíces de la planta con la solución. Después de 45 días compararon la composición química de las hojas de las plantas tratadas con las plantas no tratadas. Ellos encontraron que al utilizar una concentración óptima de chitosan, la actividad antioxidante en las plantas tratadas fue tres veces mayor.
Uno de los profesores del estudio anima a los jardineros a probar el chitosan en sus plantas…
Me parece una buena idea… ya lo tengo como proyecto… con la mata de aguacate… el arbolito de mango… y el de lechoza…
De forma significativa se halló que las ratas preferían el bizcocho de trigo orgánico, a pesar de que los dos bizcochos fueron preparados de forma similar.
Asimismo un grupo de científicos de la Universidad de California, en un estudio de 10 años, han hallado que la cantidad de antioxidantes encontrados en los tomates orgánicos es consistentemente más alta que en los tomates cultivados de forma convencional.
Y al parecer… la culpa de esto la tienen los insectos y los microbios que molestan a las plantas… y el ataque de nervios que les provocan…
Muchos fitoquímicos son creados por las plantas para defenderse de los insectos, para no hacerse apetecibles y así contraatacar a quienes las invaden. La mayoría de los aromas de las hierbas, especias y vegetales provienen de los químicos que ellas utilizan para defenderse.
Ahora bien, existe la teoría que debido a que los cultivos orgánicos no están protegidos por pesticidas y fungicidas, están más estresados por los insectos, y por esta razón tienen que trabajar más duro para defenderse a si mismos que las plantas cultivadas convencionalmente. Esta es la razón por la que se piensa que los cultivos orgánicos pudiesen tener sabores más intensos.
Un grupo de profesores de la Universidad de Clemson realizaron el siguiente experimento para intensificar el sabor de unas plantas de albahaca. Ellos indujeron la respuesta de defensa de la planta al exponerla a un material derivado de la chitina, un polisacárido que se encuentra en el exoesqueleto de diversos crustáceos y que los hongos utilizan para reforzar sus paredes celulares. En este caso utilizaron chitosan, derivado de la chitina procesada de cangrejos y camarones.
Ellos empaparon las semillas de la albahaca por 30 minutos en una solución de chitosan. Posteriormente, al transferir las plantitas del semillero a los materos, mojaron las raíces de la planta con la solución. Después de 45 días compararon la composición química de las hojas de las plantas tratadas con las plantas no tratadas. Ellos encontraron que al utilizar una concentración óptima de chitosan, la actividad antioxidante en las plantas tratadas fue tres veces mayor.
Uno de los profesores del estudio anima a los jardineros a probar el chitosan en sus plantas…
Me parece una buena idea… ya lo tengo como proyecto… con la mata de aguacate… el arbolito de mango… y el de lechoza…
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